No sabría cómo decirte qué pasará
contigo o conmigo (sobre todo ahora)
pero sí, que no eres ni la persona
ni el motivo, simplemente eres el eje,
la persona diferente entre los comunes,
común entre los diferentes;
una espalda llena de golpes y de heridas,
ojos cansados, ciegos,
agotados...
Los labios firmes y desconsolados.
Pero tal vez no seas todo eso,
completamente,
sino lo definitivo, la decisión precisa,
la evocación de los recuerdos,
la cercanía y la distancia.
No sabría cómo decirte qué pasará
con tus asuntos o con los míos,
mañana,
pero sí que no eres ni la persona, ni el motivo,
sino que simplemente eres el impulso
y una naturaleza infinitamente egoísta,
que me lleva a callar cada una de estas palabras
cada vez que te veo.
De verdad que no sabría decirte que no eres ni la persona,
ni el motivo.
Vas más allá de toda motivación,
de cualquier persona en esta tierra:
eres la que me pertenece,
mi motivo, mi impulso, mi...
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1 comentario:
acabo de perder el primer comentario a causa de una falla en el sistema. será posible que todos los errores, las perdidas surjan a causa de un error en el sistema. nunca me había planteado la idea de ver la vida como un sistema. es tan compleja como los circuitos de un "sistema de sonido" por ejemplo. qué básico sería pensar así.
comprendo cada una de tus frases, en esta época en la que todos somos esclavos del silencio, valoro tu valentía al decir las cosas.
me encantó tu ecrito y sé a quién te refieres, a esa mujer especial que nos rodea cada segundo de su vida buscando arrancarse partes de ella para tapar nuestras falencias.
querida Raquel, me surgen muchas palabras, pero no las puedo escribir. el silencio me gana y no quiero llevarle la contra.
te quiero.
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